lunes, 5 de noviembre de 2012

Zona de confort

Estoy escribiendo ésto escuchando el programa de radio de un muy buen amigo, Chrystian Dominguez, Habla Corazón por Hits FM. Entre otras cosas, habla de las cosas que quieres, de lo que tienes ganas de hacer, de los sueños, prácticamente salir de esa zona de confort en la que te encuentras y no sabes de qué manera seguir creciendo.
Me identifiqué mucho, la verdad es que amo mi vida, mi trabajo, cada una de las cosas que hago me llenan y me satisfacen. No me puedo quejar tengo una vida que a mucha gente le gustaría y se los digo porque me lo han hecho saber, no por presumida.
De unos tres meses para acá he coincidido con grupos de amigos que me encuentro en una zona de confort que comienza hacerme ruido en mi cabeza. Les platico, trabajo desde los 13 años, desde muy pequeña tuve responsabilidades que normalmente no tenía una chavita de mi edad, la verdad es que no pude disfrutar mucho de mis etapas de preparatoria y mucho menos la universidad. Siempre tenía que trabajar pero no me arrepiento en lo absoluto, yo escogí ese tipo de vida y me ha enseñado muchas cosas y considero que gracias a eso soy lo que quiero ser.
Pero, cansa y mucho, de pronto me visualizo haciendo cosas que nunca he hecho, no hacer nada por ejemplo, tener un lunes libre, andar en bici, irme a otra ciudad donde nadie me conozca y empezar de cero, ahora mismo eso es algo que deseo muchísimo.
Siempre he tenido esa idea en la cabeza, pero sentía que dejaba muchas cosas aquí en Monterrey, como mi trabajo, mis negocios, mis amigos y lo más importante, mi familia.
Pero es muy raro porque la vida es tan sabia que se encarga de poner en tu camino a las personas que te ayudan a crecer y te impulsan a ser unas mejores personas. Últimamente hay mucha gente conocida y desconocida que me dice: ¡Hazlo Tania, no es tan malo!
Y yo también pienso que no es tan malo... Como les platiqué en algún momento soy una eterna soñadora, tengo muchas ideas y cosas que quiero hacer. La rutina me cansa es por eso que siempre busco moverme de lugar, ponerme en otro y volver a sentirme cómoda.
En mi viaje que hice a Los Cabos hace no mucho, conocí a un chico que trabajaba en el hotel donde me hospedé, mi mamá y yo estábamos comiendo y se acercó a platicar con nosotras, nos platicó un poco de su vida, que había vivido en muchos lugares, que no creía en el matrimonio, que el siguiente año se iba a Canadá. Pero algo que se me quedó muy grabado fue cuando dijo: "Si estás en un lugar y en ese lugar ya no eres tan feliz, muévete"... Y tiene mucha razón.

Si esa persona, si ese lugar, si ese trabajo ya no te hace tan feliz, ¡Muévete!, sí un día pudiste conquistar a alguien, ir a tu ciudad favorita, tener el trabajo de tus sueños, otro día puedes volver hacerlo. Yo confío en ti.

¿Yo? Soy feliz con lo que tengo, pero voy a intentar por todos los medios ser más feliz.

¿Cuál es tu deseo?


Beso, Tania Rendón.

1 comentario:

  1. Esa zona de confort no siempre es un lugar, muchas veces también es un ambiente. Un ambiente creado por todo lo que nos rodea donde uno de los principales componentes es la familia.
    El miedo de alejarse de la familia siempre estará presente cuando en la familia tenemos todo, amor, comprensión, apoyo, etc.
    Dejar nuestra familia por seguir o buscar algo diferente es una de las decisiones más difíciles con las que nos podemos topar en la vida. Sin embargo debemos tomar en cuenta que siempre estarán con nosotros, y si nos alejamos sabemos que siempre podemos regresar a nuestro nido, a buscar la protección, a tomar fuerzas para salir a volar de nuevo.
    Yo me mantengo firme en que la felicidad es una decisión, si yo decido ser feliz lo seré.
    Pero en los momentos de oscuridad, de incertidumbre, de esas luchas contra nuestros demonios, en esos momentos es cuando debemos hacer uso de todos nuestros recursos para salir adelante, para encender la luz que nos regrese al camino. Y uno de esos recursos es el cambio de escenario, ver todo desde otra perspectiva, con otro aire.
    Tu siempre podrás hacer cualquier sueño realidad, pq sabes creer en él, pq sabes luchar.
    También confío en ti.
    Un abrazo.

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