¡Hola!
No saben la falta que me hacía tener el tiempo de sentarme a contarles un poco sobre mis días.
He tenido una semana de locos, entre comerciales, programas, eventos, sesiones y más, no termino pero
al fin de cuentas trabajo... Gracias a Dios.
Toda la semana he traído en mente lo que les voy a platicar...
Tener una amistad después de una relación... Uy hasta escalofríos me da...
Les prometo que no me considero una persona cerrada, que no permite o que no se da la oportunidad, pero sencillamente no puedo.
Desde que tengo uso de razón he sido una persona enamorada de la vida, del amor, de los buenos momentos, los detalles y la verdad es que me frustra muchísimo cuando todo esto de pronto se acaba.
Soy algo clavada en las relaciones, trato de dar mi 100 %, de disfrutar a mi pareja, verlo sonreír, platicar, llorar, lo hago parte de mi vida, de mis cosas, y después cuando ya de plano no se da, pues dejarnos volar y tratar de estar bien cada uno por separado.
¿Qué pasa después? Cuando por más que se intente e intente, no funciona.
Típico que se dan el tiempo o quedan como "amigos"... Pero seamos realistas o al menos yo lo soy...
No existe la amistad después del noviazgo, si ya se, soy muy exagerada, pero al menos para mi no.
He platicado con infinidad de gente acerca de sus ex , todos y cada uno de ellos , o sienten o extrañan, o se ríen porque se acuerdan de las buenas cosas con sus ex novios(as).
Les voy a decir lo que para mi es imposible, no puedo estar con mi ex y fingir ser su amiga, no puedo evitar acordarme de los besos, los detalles, las peleas, los celos, las sonrisas, el ser su novia, y que después me presente como su amiga, para mi no funciona... Puedo entender que para muchos sí, pero no para mi, todos somos diferentes ¿verdad?
¿Y qué sigue? Puede ser la excusa perfecta para estar cerca o en comunicación con la persona que amas, pero cuando ya no funciona, no se vale que se sigan dañando...
Hace unos días escuché en la radio lo siguiente, un locutor comentaba que estaba planchando una camisa y se quemó, dijo que no era la primera vez que le pasaba y pues que era algo que tenía que hacer porque sus camisas tenían que estar presentables todos los días. Cada vez que se quemaba se le hacía una especie de "cascarita" y volvía a planchar.
Lo mismo pasa con las relaciones o con la amistad, cuando una persona te lastima, se perdonan y lo vuelven a intentar, porque ¡claro que se vale!, pero cuando pasa más de una ocasión es como la plancha, es un objeto que sabes que te hace daño, pero como sientes que lo necesitas permites que se forme una cascarita cada vez mas grande, en vez de arrancarla y permitir que salga piel nueva.
A lo mejor esa nueva piel te permite estar mejor después, pero por lo pronto permítete arrancar la cáscara de un solo golpe, duele menos. El destino es muy sabio, la vida lo es, en conjunto se encargan de poner a cada persona en su lugar y en su momento. Creélo.
Los dejo disfrutar de su viernes, yo con una buena cena y una copa de vino por hoy soy feliz.
PD. Les dejo una fotografía de una sesión reciente, ¡Gracias Studio Kava!
Beso, Tania Rendón.