lunes, 31 de diciembre de 2012

Con los brazos abiertos

Te escribo con mucha nostalgia por este año que se me va...
Haciendo un recuento de todo lo que hice y todo lo que me pasó, estoy riéndome y llorando al mismo tiempo.
Desde que inició el 2012, fue un año difícil, muy difícil, pasé por una serie de catarsis familiares, laborales, personales, de todo un poco, a mi año no le faltó el drama.

Mis cosas malas: problemas familiares, un noviazgo que se acabó, no pasé tiempo suficiente con mi familia ni con mis amigos, no daba el 100 % en mi trabajo, envidias por parte de otras personas, falta de concentración en todos mis ámbitos, me alejé de mis papas, de mis hermanos  y de la gente que más me quiere, peleas, llanto, frustración, enojo, desconfianza,  decepciones y así puedo seguirle y no termino...

Pero también tuve cosas buenas, en realidad muchas cosas buenas.
Éste año Dios y la vida me dieron la oportunidad de viajar mucho.. En enero hice un viaje a la Riviera Maya con muy buenos amigos. Fui a Guadalajara a trabajar a un evento padrísimo con dos amigos que quiero mucho, Arely y Said, hasta eso trabajo con gente que aprecio. Después visité Chihuahua por cuestiones de trabajo y conocí gente muy interesante. Para relajarme en Semana Santa me fui al bello puerto de Veracruz con uno de mis mejores amigos y conocí y aprendí mucho de su cultura. Estuve en el DF en un proyecto de Pedro Torres, no quedé en el concurso pero aprendí lo que nunca.
Uno de mis mejores momentos de este año, fue el viaje que hice con mi mamá a Los Cabos, nadamás ella y yo, y fue algo maravilloso que nos conectó aún más. Me fuí sólo un fin de semana a Playa del Carmen con las únicas personas que siguen mis locuras, Chrys y Said, fue lo mejor esa aventura. Las Vegas tampoco se libró de mi, viajé con 12 amigas y fue una de las mejores experiencias. Y terminé mi año en Lake Tahoe, California, fui a esquiar con mi familia y fué  lo máximo.

En cuestiones laborales, me cambiaron de noticiero, no me gustaba del todo el cambio pero terminó siendo muy interesante y me siento feliz.  Este año entré a Milenio TV haciendo intervenciones de espectáculos, hice amigos cuando pensaba que en este medio era imposible, entrevisté a artistas,  trabajé para varias empresas haciendo comerciales, conocí personas muy talentosas, fuí a muchos eventos con mi alfombra roja,  inauguré mi segundo salón de fiestas y cambié de carro.

En el amor, desconfié y volví a confiar, mi ex y yo nos dimos una nueva oportunidad, creo que es como la séptima u octava, pero este año también aprendí a dar oportunidades, no importa cuántas sean, siempre y cuando valgan la pena.

Aprendí a poner prioridades, a poner a mi familia primero ante todo, a hacer las cosas con amor porque si no no funcionan. Aprendí a valorarme, a quererme por sobre todas las cosas, conocí la paciencia y el consuelo.

Este 2013 tengo algunos propósitos, uno de ellos es dejar mi celular cuando estoy con la gente que quiero. Viajar más, gastar menos ya que soy una compradora compulsiva, otro salón de fiestas, estudiar fuera y aprender otro idioma. Ah y  ser mas constante con éste blog que tantas satisfacciones me ha dado.

Me faltan muchas cosas por hacer, fue un 2012 difícil pero no imposible.

Querido 2013 te recibo con los brazos abiertos y por favor quiéreme mucho.

¡Feliz Año Nuevo!

Te mando un beso.


Tania Rendón.